miércoles, 12 de enero de 2011

The Mountain

No siento mis dedos, ninguno de los 10 que llevo. Los de la mano están duros, los de los pies cuelgan en el abismo. Siento dolor, el que te llega a los huesos, el que congela el cerebro, pero no me importa, me lastima pero no lo suficiente como para querer dejar de sentirlo.
Hoy ni bajé la barrera, un poco por la comodidad, otro poco para sentirme local. La altura no me provoca vértigo, a pesar que es mucho mayor que otras que sí lo hicieron.
Pensé que odiaba el frío, pensé que el aire puro me asfixiaba, llevaba una vida contaminada y cuando menos me lo esperaba aterricé en un lugar que había estado, pero no conocido.
Algunos dirían, por las paredes blancas que me rodean, que me encuentro en el borda. Sólo ven blanco los que ven pero no miran, los que realmente observan ven el marrón. Se me nubla la vista pero no importa, lo que uno no conoce provoca terror pero no es mi caso, yo me siento en casa.
Mientras que de un cable pende mi vida, pienso en la persona que tengo al lado,  lo diferente que somos y como, a pesar de hablar otro idioma, nos encontramos acá con el mismo uniforme, inclinados hacia un mismo deseo.
Pensar que en este lugar se encontraron tantos otros, y les fue totalmente transparente. Mientras que nosotros no podemos evitar, que positivamente, nos afecte.
Y lo loco de este sentimiento es que no importa lo lejos que tus pies hayan alcanzado tus objetivos porque enseguida se convierten absurdamente pequeños, y lo accesible resulta llano. Paradise no es más paradise porque te das cuenta que hay algo más grande dentro de tus posibilidades.
Si aunque sea por un rato, pudiésemos tener la experiencia que el otro tiene sobre nosotros. Si al menos por un segundo alguien tuviese lo que yo tengo, quizá no elegiría otra cosa más que dejarse atrapar por esta montaña.
Como explicar este fundamento inentendible de querer quedarme acá, nadie se puede escapar del lugar al que inconscientemente pertenecemos cierto?
Y un querido maestro decía: “todo lo que termina, termina mal” pero yo no quiero que esto termine…yo quiero que esto siga, aunque nada realmente pase. Por ahora,  sólo se acabó esta subida, una más de las miles que voy a dar. 

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