jueves, 21 de octubre de 2010

Carta a la Argentina

Hoy abrí mi pasaporte y mi nacionalidad me invitó a pensar en ciertos aspectos de mi país.
Hay tantas perspectivas desde donde abordarlo y sin embargo no encuentro ninguna que lo justifique.
En mi cajón tengo 3 pasaportes, dos claramente vencidos y el actual. Otra gente, y no necesariamente de escasos recursos, no puede siquiera acceder a tener uno.
En la Argentina no tener pasaporte es lo que menos afecta. De hecho los viajes transcurren igual, solo que el limítrofe es nuestro país.
Preguntenle sino a los secuestradores de Matias Berardi, si el hecho de que éste se haya escapado y lo hayan visto 15 personas, los retuvo de, luego de agarrarlo nuevamente y pasar la noche con el, viajar de Benavidez a Campana y matarlo.
Berardi era joven, tenia un futuro...pero no porque jugaba al Rugby, vivía bien y tenia amigos, sino porque no le daba miedo construirlo.
Sin embargo pareciera ser que el terror de las demás calles, es un sentimiento que egoístamente deja sobrevivir a unos pocos.
Dante Alighieri en “La Divina Comedia” describe, dentro del infierno, el cerco 0: “El Antiinfierno”. En éste se castiga a los indiferentes, a los que nunca se jugaron por nada ni por nadie. Nunca eligieron, y por esta opción, su castigo era estar atascados ahí dentro.
A veces me pregunto si este cerco representa la Argentina, y si todos nosotros somos esos indiferentes que la habitan.
Me siento triste, desilusionada, y todavía no viví lo suficiente como para estarlo.
Todavía no soy abuela para sentir lo que siente Hebe de Bonafini cuando dice lo que dice. Pero la veo a mi abuela esperando sentada que le aumenten su jubilación.
Tampoco estoy preparada para ser madre...pero de todas formas cuestiono cuántos Isidros habrá que perder para que a Scioli le desaten las manos.
Todos nos creemos que somos intocables, hasta que nos tocan y nos damos cuenta que somos un número más. Y el día que nos tocan, los siguientes intocables más cercanos se sienten tocados y recién ahí se acuerdan de hacer ruido.
Cuándo se va dejar de trabajar en las cosas que pasaron para planificar que no pasen?
La venta y distribución de los derechos humanos no es Papel Prensa. Con los desaparecidos, la Amia y Cromañon se está en deuda, pero con los que todavía estamos también.

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